Escepticcionario

Facebook
Twitter

Estigmas

Se cree que los estigmas son heridas que duplican las heridas de la crucifixión de Jesús que aparecen en las manos y los pies, y a veces en la cara y la cabeza, de una persona. El hecho de que los estigmas sean diferentes en sus víctimas es una fuerte evidencia de que las heridas no son realmente milagrosas (Wilson).

San Francisco de Asís (1182 – 1226), dedicado a imitar a Jesús en todos los sentidos, al parecer fue el primero en infligirse las heridas y en perpetra el fraude estigmático. Se han producido varios cientos desde entonces, incluyendo a Magdalena de la Cruz (1487-1560) en España (que admitió su fraude cuando enfermó de gravedad) y Therese Neumann en Baviera (1898-1962). Según los últimos informes sobrevivió durante 35 años comiendo sólo el «pan» de la Santa Eucaristía en la misa matutina. También djo que era clarividente y capaz de hacer proyección astral . Uno de los estigmatizados más recientes, el p. James Bruce, reivindicada no sólo sufrir las heridas de Jesús, sino también que las estatuas religiosas lloraban en su presencia. Esto fue en 1992 en un suburbio de Washington, DC, donde por lo visto las cosas extrañas eran bastante comunes. Ni que decir tiene que llenó las bancos de la iglesia y ahora dirige una parroquia rural en Virginia, donde los milagros han cesado.

Autoinflingirse las heridas es común entre las personas con ciertos tipos de trastornos cerebrales . Afirmar que las heridas son milagrosas es raro y es más probable que se deba más a una religiosidad excesiva que a una enfermedad cerebral , aunque ambas podrían estar relacionadas, en algunos casos.

La probabilidad de que las heridas sean psicosomáticas (púrpura psicogénica)  manifestada por  almas torturadas parece menos probable que la broma en muchos casos. Hay dos razones principales para considerar a los estigmas como usualmente autoinflingidos en lugar de efectos psicosomáticos o milagrosos. Uno de ellos es que las heridas estigmáticas no siempre se manifiestan de principio a fin en presencia de otros. Sólo cuando no se están vigilando es cuando estas empiezan a sangrar. (Existe una aparente excepción a esta regla:. Catia Rivas) Y dos, regla de Hume  «De los Milagros» es que cuando un presunto milagro ocurre, nos preguntamos ¿qué sería más milagroso, el supuesto milagro o que estamos siendo engañados? La razonabilidad nos obliga a ir con el menor de esos dos milagros, los menos improbables, y concluimos que estamos presenciando, no un milagro pero si un fraude piadoso. Todos los 32 casos registrados de estigmatizados fueron en católicos romanos y todos, menos cuatro, fueron en mujeres. No se conoce ningún caso de estigmas ocurrido antes del siglo XIII, * cuando el Jesús crucificado se convirtió en un icono estándar del cristianismo en el oeste. La razonabilidad parece requerir la explicación no milagrosa.

En la mayoría de los casos donde se producían las heridas estigmáticas de los clavos, también se detecta que estos presentaban estigmas acordes a la idea que se tenía, gracias al arte cristiano, quien a su vez se basó en la lectura de los evangelios de que en la crucifixión romana los condenados eran clavados por la palma de las manos. El primer estigmatizado en corregir este anacronismo, pues los romanos empleaban la punción desde las muñecas, fue  James Bruse (1991-19992), sacerdote de Virginia, quien según observa Harrison (1994,40) parecen ser instructivas y producto de la observación realizada a la noticia de que la sangre en el sudario presentaba las heridas en la muñeca y no en las palmas. Cabe decir que aunque los estigmatizados se basaron en las pinturas, la palabra griega que aparece en los evangelios y que ha sido traducida como «mano», χείρ, en realidad se refiere no solo a la mano sino a todo el antebrazo, incluyendo obviamente la muñeca. (Plauto, siglo III a.e.c  Miles Gloriosus, 359-360, Dionisio de Alicarnaso, siglo I a.e.c Antigüedades Romanas, 7.69.1-2)

Una de las últimos en añadirse a la lista de presuntos estigmatizados es Audrey Santo , una niña que estuvo en coma desde 1987, desde los tres años de edad. ¿Qué tipo de gente se inspira en el concepto de un dios que haría a una niña estar en coma y luego infligirle heridas? Joe Nickell cree que tiene la respuesta .

Las personas parecen tener hambre de una experiencia religiosa tangible, y donde hay tan profundo desea existe la oportunidad para lo que puede llamarse el «fraude piadoso». El dinero es rara vez el motivo principal, el ímpetu habitual es triunfar aparentemente sobre la adversidad, renovar la fe de los creyentes y confundir a los escépticos.

La gente tampoco quiere pensar que su dios permitiría el dolor inútil y gratuito. A ellos les gusta sentirse importantes y favorecidos por aquellos que tienen poder sobre ellos. ¿Qué podría ser más especial que ser el elegido para sufrir las heridas y los tormentos del Salvador? ¿Qué podría suponer más el favor de un dios que ser una prueba viviente de la existencia de ese Dios? Bueno, ser honestos y veraces podría ser un buen comienzo.

Para saber más…

Libros y artículos

Nickell, Joe. Looking For A Miracle: Weeping Icons, Relics, Stigmata, Visions and Healing Cures (Prometheus Books: Buffalo, N.Y., 1993).

«Miraculous» Phenomena, by Joe Nickell, in The Encyclopedia of the Paranormal edited by Gordon Stein (Buffalo, N.Y.: Prometheus Books, 1996).

Wilson, Ian. The Bleeding Mind: An Investigation into the Mysterious Phenomenon of Stigmata (London: Weidenfeld and Nicholson, 1988).

Websites

Mass Media Bunk 9 – the stigmata on Fox

Stigmata: In Imitation of Christ  by Joe Nickell

What’s the deal with stigmata? Cecil Adams, the Straight Dope

POPE RUNNING «SAINT FACTORY»? JOHN PAUL BEATIFIES MONK ACCUSED OF MENTAL ILLNESS, FRAUD, PHILANDERING (an unflattering portrayal of Padre Pio, the stigmatic with a crazed following, who died with no signs of any wounds, though he claimed to have been afflicted for some 50 years with the wounds of Jesus)

James Randi on the Fox Farce

Bücher von Josef Hanauer detailing the fraud of Therese Neumann and the involvment of gullible high church officials (in German)

The Stigmata of Lilian Bernas by Joe Nickell

Facebook
Twitter